El amor de Francisco Toledo por Juchitán se desbordó cuando su tierra se cimbró en 2017

El amor de Francisco Toledo por Juchitán se desbordó cuando su tierra se cimbró en 2017

A dos años del siniestro, oaxaqueños recuerdan que el artista auspició 45 cocinas comunitarias y ayudó a damnificados a reconstruir sus casas

Fuente La Jornada en línea

▲ Francisco Toledo creó dos grabados para apoyar a los damnificados de los sismos de septiembre de 2017. En la imagen izquierda, en el Ayuntamiento de Juchitán, que aún está apuntalado y sin iniciar los trabajos de reconstrucción, se colocó una ofrenda en memoria de Toledo, hijo predilecto de ese municipio.Foto cortesía del Iago y Diana ManzoDiana ManzoCorresponsalPeriódico La Jornada
Domingo 8 de septiembre de 2019, p. 2

Juchitán, Oax., El amor por Juchitán fue eterno hasta su último suspiro. Así lo demostró el maestro y pintor Francisco Toledo (1940-2019), conocido en su tierra como Chico Min, quien fue el alivio solidario para cientos de damnificados del terremoto de 8.2 grados que devastó hace dos años, un 7 de septiembre, a esta tierra istmeña.

El artista, quien falleció pocos días antes del segundo aniversario del sismo, auspició durante 128 días 45 cocinas comunitarias con la compra de más de 193 toneladas de víveres, en jornadas en las que los 40 voluntarios, con el nombre de Brigada Totopo, distribuían diariamente 300 kilos de tortillas, 4 mil piezas de pan y, de forma semanal, 45 kilos de carne fresca, pescado o pollo, y 30 cajas de huevo blanco además de verduras y granos.

Las mujeres lo preparaban y lo compartían con los suyos. La lengua zapoteca fue un elemento fundamental de comunicación que primó en las cocinas comunitarias.

Un letrero de agradecimiento y de gran tamaño dedicado a Chico Toledo identificaba a sus cocinas comunitarias y, a pesar de que nunca recorrió personalmente alguna de ellas, las mujeres le agradecieron su solidaridad; incluso, un grupo de ellas llegó a pedir públicamente que compitiera como alcalde por su gran bondad.

Las cocinas comunitarias de Toledo se ubicaron en distintas zonas de Juchitán; se extendieron a poblados como Santa Rosa de Lima, Santa María Xadani y Unión Hidalgo, donde todos los días las mujeres realizaban guisos tradicionales de esta tierra zapoteca.

Estamos tristes por la muerte del maestro; desde el cielo le agradecemos todo su apoyo. Él vive pa-ra nosotros, porque sin ser gobierno nos ayudó mucho, nos dio comida y eso no lo olvidamos, lo recorda-remos siempre, resaltó un grupo de mujeres de la séptima sección.

Además de impulsar las cocinas comunitarias, también apoyó la reconstrucción de viviendas tradicionales para conservar la arquitectura que el fuerte sismo se llevó.

Benjamín fue un gran hombre, dice Nereida Cielo, amiga de juventud de Francisco Toledo, quien está agradecida por el apoyo que recibió tras el terremoto.

A Nereida López Orozco se le escapan las lagrimas cada que pronuncia Benjamín. En su ropero guarda celosamente un recorte de periódico, el cual desdobla efusivamente para recordarlo.

Me ayudó a terminar mi casa, me hizo una rampa para que subiera más rápidamente, me regaló mi cama y hasta mi andadera. Benjamín fue un gran ser humano que siempre recordaré.

Nereida Cielo es hermana de Pajarito, uno de los mejores amigos que tuvo el maestro Toledo en Juchitán, y con quienes pasó gran parte de sus días de juventud.

“Venía a mi casa, siempre traía su morral de yute y dentro su tortilla, camarones y queso. Chico Min, como le decíamos de cariño, fue muy noble, me contó de su viaje a París y una vez me presentó a cinco artistas. Él nació para ser grande y así murió, como un grande.”

No hay un número exacto de viviendas a las que ayudó Toledo en su reconstrucción; algunas aún están en ese proceso y se espera concluyan entre lo que resta de 2019 y el próximo año.

Toda esta solidaridad fue posible a la coordinación de los Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo”, instituciones sin fines de lucro que fundó el grabador para seguir privilegiando el arte en la sociedad oaxaqueña.

Además de las cocinas y la reconstrucción de viviendas, durante la etapa de emergencia se brindaron talleres de zapoteco en los refugios de damnificados, así como de arte y actividades deportivas.

Respetarán el duelo de la familia

El presidente de Juchitán, Emilio Montero Pérez, lamentó a través de las redes sociales, y con una esquela, el fallecimiento del pintor Francisco Toledo, y manifestó que respeta el duelo y luto de la familia como ésta lo ha pedido, por lo que espera sus instrucciones para rendirle un homenaje al artista, a quien considera hijo predilecto de Juchitán.

Nos causa tristeza la muerte de un hombre, por respeto y sin que se piense que es un protagonismo político, vamos a respetar el duelo que ha pedido la familia. Como alcalde me siento consternado, porque se nos fue un hombre que amó mucho a Juchitán.

En redes sociales, artistas, escritores y pintores de esta región también manifestaron su tristeza y condolencias a los hijos del maestro Toledo, y señalaron que lo recordarán como una persona y artista extraordinario, que ha dejado un vacío en las artes de este país.

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